Como madre de Helenka, me gustaría hablar de nuestras experiencias relacionadas con su pérdida de audición y su pasión por el snowboard. Helenka, que ya tiene 11 años, lleva utilizando dos implantes cocleares desde hace una década. Utiliza unos procesadores de audio Rondo 3 de MED-EL, que desempeñan un papel fundamental en su vida cotidiana, ya que le permiten participar plenamente en el mundo del sonido.

Primeros pasos en las pistas

Cuando Helenka tenía 9 años, decidí llevarla por primera vez a la pista de esquí. Fue una aventura muy emocionante para nosotros, llena de incertidumbre aunque también de gran curiosidad. A pesar de que me preocupaba la seguridad de mi hija, especialmente en lo relativo a sus implantes cocleares, decidí darle la oportunidad de descubrir el placer del snowboard.

Sabía que practicar algún deporte de invierno no sólo sería muy divertido para ella, sino también una parte importante de su desarrollo físico y social. Quería que Helenka experimentara el mismo placer por las actividades al aire libre que otros niños. Aunque a todos los padres les preocupa la seguridad de sus hijos, sobre todo si tienen necesidades adicionales, como en el caso de Helenka, para mí era importante no limitarla, sino permitirle explorar y disfrutar de sus pasiones.

Adaptación del equipo

En un principio nos enfrentamos al reto de encontrar un casco adecuado para Hela, que no sólo protegiera su cabeza, sino que también fuera adecuado para sus implantes cocleares y procesadores de audio.

Los primeros días usamos un casco de esquí totalmente normal, aunque pronto se hizo evidente que algo no iba bien. El casco ejercía presión sobre los procesadores, lo que hacía que Helen sintiera dolor en la zona del implante y dolores de cabeza cada vez más intensos. Está situación nos provocó una gran preocupación e incertidumbre sobre la posibilidad de seguir practicando snowboard. Empecé a preguntarme si era seguro para mi hija y si existía un riesgo elevado de dañar los implantes.

Modificación del casco

Cuando me di cuenta de que un casco de esquí normal no proporcionaba a Helena la comodidad y seguridad adecuadas, decidí tomar cartas en el asunto. La clave estaba en adaptar el casco a las necesidades concretas de mi hija. Cogí mis herramientas y me puse manos a la obra, hice unos huecos en la esponja interior del casco para meter los procesadores de audio de Hela.

Esta sencilla modificación resultó ser todo un acierto. Los huecos en el casco se ajustaban perfectamente al tamaño y la forma de los procesadores, lo que aumentó inmediatamente la comodidad y la seguridad de Helenka mientras practicaba snowboard. Ahora ya podía concentrarse en aprender y divertirse sin preocuparse por la incomodidad o el riesgo de dañar sus procesadores. (a continuación incluimos una descripción sobre cómo modificar el casco + fotos)

El momento de ponerse el casco modificado por primera vez fue memorable. Se le iluminó la cara con una amplia sonrisa y pude observar una gran alegría y alivio en sus ojos. Para mí fue la confirmación de que había tomado la decisión adecuada. Helenka se sentía cómoda y segura, y su alegría al esquiar con su equipo recién adaptado no tenía precio para mí.

Esta experiencia me ha enseñado que, en ocasiones, un pequeño cambio puede suponer una enorme diferencia en la calidad de vida de nuestros hijos. El casco modificado no sólo aumentó la seguridad de Helenka, sino que le permitió disfrutar de su actividad favorita sin limitaciones. Confirmó mi creencia de que, como padres, somos capaces de crear soluciones para ayudar a nuestros hijos a disfrutar de la vida al máximo, independientemente de los desafíos a los que se enfrenten.

Protección adicional

Además, mientras esquiaba, Hela utilizaba unos ganchos especiales de seguridad para el pelo para no perder los procesadores Rondo 3. Estos pequeños aunque importantísimos accesorios pueden adquirirse en la tienda smartear.eu Los ganchos están disponibles en distintas versiones, tanto para pelo corto como largo, así como otros modelos que pueden engancharse a la ropa.

¿Cómo se hacen los huecos en el casco para los procesadores de palabra?

Helenka utiliza un casco de esquí ajustable totalmente normal de la marca Head, que tiene aislamiento térmico.

1. En el interior del casco, marca con un rotulador el lugar dónde irán los procesadores. Este es un paso muy importante, ya que cada persona lleva su implante coclear en un lugar distinto del cráneo.

2. Coge un cuchillo afilado y deslízalo por debajo de la capa aislante del casco. Recorta un hueco en el que puedan encajar los procesadores con precisión. Este paso requiere precisión para no alterar la estructura del casco y dejar espacio suficiente para los procesadores de audio. El hueco debe tener espacio de sobra, para garantizar la comodidad y eliminar la presión sobre los procesadores.

Gracias a nuestra experiencia, ahora sé que los niños con implantes cocleares pueden disfrutar con seguridad de los deportes de invierno. Es cierto que requiere un esfuerzo adicional, pero los resultados merecen la pena. El ejemplo de Helenka demuestra que, con el apoyo adecuado, los niños con pérdida auditiva pueden derribar barreras y disfrutar plenamente de la vida.

Esta historia es la prueba de que con el enfoque y el apoyo adecuados, cualquier niño, independientemente de sus limitaciones, puede disfrutar de cualquier actividad que le haga feliz.